TRABALENGUAS: EN MICHOACÁN NO ACATAN LA LEY

Pese a la orden de la jueza Federal Yadira Mena que otorgó una suspensión definitiva contra los libros de texto gratuito para educación básica, al otorgar un amparo a la Asociación Nacional de Padres de Familia, el gobernador Alfredo Ramírez Bedolla anunció que los niños michoacanos tendrán en sus manos los textos el 28 de agosto próximo, cuando inicia el ciclo escolar 2023-2024.

Al abordar el tema por primera vez desde que se inició la crisis a nivel nacional por los libros de texto, el mandatario michoacano hizo oídos sordos a las críticas realizadas por maestros, padres de familia, integrantes del Poder Judicial, de la Iglesia y expertos, en el sentido de que los contenidos de los textos están orientados a la ideología de la 4T, y aseveró que se trata de un “conservadurismo” que se opone a la educación libre.

Señaló que los libros tienen un contenido humanista y universal con una nueva visión en la enseñanza y que llegarán a las aulas de todas las escuelas públicas y privadas de la entidad.

Mientras tanto, las gobernadoras, gobernadores y el jefe de gobierno de Morena, aseguraron que el PAN propone la destrucción de los libros, mientras que ellos se pronunciaron por su distribución en todas las primarias de la República mexicana.

En un pronunciamiento en conjunto, los gobernadores de Morena indicaron que no se podía esperar mucho de la derecha conservadora del país, afirman que se desenmascara y queda evidenciada como lo retrógrada que son.

Gobernadores de Oaxaca, Chiapas, Sonora, Ciudad de México, Campeche, Veracruz, entre otros, han confirmado que ya iniciaron la distribución de los libros para el próximo ciclo escolar.

Por todo lo anterior, es reprobable que el gobierno michoacano sea omiso a la instrucción del Juez Tercero en Materia Administrativa, que ordenó cumplir la suspensión de la distribución de los libros desde mayo pasado, hasta que se sometieran a revisión y al rediseño de sus contenidos, situación que nunca sucedió.

También resulta preocupante que gobernadores emanados de la 4T asuman la misma posición del presidente sobre temas torales y de suma importancia para la Nación sin aportar nada al respecto.

Actúan como si no tuvieran opinión propia, lo que demuestra la falta de personalidad, preparación y oficio político en muchos de ellos, porque se convierten, en la mayoría de los casos, en una mala calca del inquilino de Palacio.

Qué pena que también para los gobernadores morenistas solo exista una ley, la de ellos.