TRABALENGUAS: EL MÉXICO VIOLENTO

A través de una de sus oficinas, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) dio a conocer un informe que detalla las muertes violentas en el mundo, en el que Latinoamérica y África concentran la mayor tasa de homicidios, por cada 100 mil habitantes.

El estudio destaca que son diversos los factores los que ocasionan los homicidios, como la presencia de organizaciones criminales vinculadas al narcotráfico, el fácil acceso a las armas de fuego, la impunidad y la desigualdad social.

De los 30 países con la mayor tasa de homicidios del mundo, la mayor parte se encuentran en América Latina y el Caribe, donde México ocupa el onceavo lugar, superando a Brasil y Colombia, sin embargo, en el número total de homicidios, Brasil está a la cabeza mientras que México ocupa la cuarta posición.

Jamaica, San Vicente y Granadinas, y Trinidad y Tobago son los países con mayores tasas de homicidios por cada 100 mil habitantes y aunque parezca contradictorio en Centroamérica la tasa de homicidios ha bajado en los últimos años, hay algunas excepciones como Ecuador y Chile que sí ha registrado un aumento, debido a un enorme incremento debido al cambio en las rutas del narcotráfico.

En el caso de nuestro país, la tasa de homicidios ha experimentado una ligera disminución pese a que sigue siendo una de las más altas del mundo, según las Naciones Unidas y según el estudio, el número de homicidios registrados en 2022 disminuyó un 10% con respecto al año anterior, alcanzando la cifra de 32 mil 223 y todo hace indicar que en el pasado 2023, la cifra podría disminuir ligeramente.

Sin embargo, a pesar del descenso, México ocupó la décima posición en la tasa de homicidios por cada 10 mil habitantes entre los 23 países de América Latina y el Caribe con datos disponibles para el año 2022.

Un análisis de datos a nivel municipal respalda la idea de que, aunque México tiene una alta tasa general de criminalidad, una presencia significativa de delincuencia organizada no se traduce en un aumento de la violencia, sino más bien en una disminución cuando alcanza ciertos niveles.

Esta es la realidad de México, vista y estudiada por organismos internacionales que corroboran que, en México, se vive uno de los índices de violencia más altos del mundo, pese a que las autoridades digan lo contrario.