TRABALENGUAS: EJÉRCITO DE EU VA CONTRA NARCOS MEXICANOS

Por primera vez en su historia, el Congreso de los Estados Unidos aprobó un presupuesto especial en 2024, para que su ejército elimine a los cárteles que trafican fentanilo hacia su país, por si fuera poco, les otorgó autoridad explícita, es decir, que hagan lo que sea necesario para eliminar principalmente al cártel de Sinaloa y al Jalisco Nueva Generación.

Y me refiero al Congreso estadunidense en su conjunto, porque no solo los legisladores republicanos sino también los demócratas ven la amenaza global que representan estas organizaciones criminales, lo que pone en riesgo su seguridad nacional.

Para ponernos en contexto, la Seguridad Nacional de los Estados Unidos, es la principal preocupación y ocupación de su gobierno; por garantizarla, ha encubierto ejecuciones, destruido economías y derrocado hasta gobiernos.

De ahí la importancia y la repercusión que tendrá esa medida en la relación bilateral a partir del próximo año. Esta autorización del congreso se convertirá en ley esta misma semana, cuando sea firmada por el presidente Joe Biden.

El nuevo presupuesto militar instruye al secretario de Defensa, para que junto con otras agencias federales y en consulta con el gobierno mexicano:

Realice operaciones de detección, monitoreo y otras operaciones en el ciberespacio para contrarrestar a las organizaciones criminales transnacionales mexicanas.

Aplique los mil 200 millones de dólares autorizados para planear y llevar acciones contra las bandas criminales en suelo mexicano, así como en el exterior.

Entre otras estrategias destaca el monitoreo permanente por tierra, mar y cielo del territorio nacional por parte de las fuerzas armadas de los Estados Unidos, lo cual pude ser muy cuestionable.

Está muy claro que el gobierno de Washington está decidido a eliminar a estos cárteles, con o sin la ayuda del gobierno mexicano que al final, tendrá que apoyar la velada intervención estadunidense para derrocarlos, pues de otra manera, no se ve posibilidad alguna que la política de abrazos y no balazos detenga su expansión.

Viene momentos sumamente difíciles para la relación bilateral México-Estados Unidos, que seguramente afectarán los procesos electorales que se llevarán a cabo en ambos países.