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Seguramente usted recuerda el compromiso del presidente López Obrador al inicio de su mandato en el 2018, cuando le prometió a los mexicanos que, además de mejorar el servicio y la calidad bajarían los precios de la luz y las gasolinas, pues lo anterior efectivamente nunca sucedió.
De hecho, las tarifas de la Comisión Federal de Electricidad registran un ligero incremento del 7 por ciento en este año, por lo que los usuarios desde el primer mes de 2023 pagaron 0.94 pesos más por cada uno de los primeros 75 kilowatts por hora (KWh) de luz consumidos, en tanto que a partir del presente mes de agosto también aumenta el costo.
De acuerdo con el portal de CFE, en agosto el consumo básico tiene un costo de 0.987 pesos por cada uno de los primeros 75 kilowatts-hora, respecto a los 0.917 pesos que desembolsó en el mismo mes de 2022. Lo anterior, representa un incremento anual de 7.63 por ciento.
En tanto, respecto a julio pasado, cuando el costo del consumo básico era de 0.981 pesos, el incremento representó 0.6 por ciento.
Al cierre de 2023, los usuarios con tarifa doméstica pagarán 1.011 pesos por cada uno de los primeros 75 KWh.
El pasado 23 de diciembre de 2022, la Comisión Reguladora de Energía (CRE) emitió un acuerdo sobre las tarifas del suministro eléctrico de la CFE para este año y que suprime las establecidas durante la pandemia del covid-19 en 2021.
Además del incremento, los mexicanos debemos conformarnos con un sistema anticuado, caro y con una serie de problemas en su distribución.
La fallas más comunes o recurrentes y que desde luego repercuten en su bolsillo, es la falta de energía por periodos prolongados de tiempo, el registro de bajas y alta tensión, variaciones en la frecuencia y los clásicos apagones.
Además, cualquier problema o disturbio eléctrico por pequeño que sea puede ocasionar un daño a una computadora, un sistema en red, u otro equipo electrónico sensible.
En el mejor de los casos, cualquier de los problemas puede ocasionar apagados no deseados y dañar los equipos. Pero en el peor, puede derivar en la pérdida de datos o la destrucción permanente de nuestro equipo.
Y en estos casos, la CFE ni se inmuta, ni se preocupa.
A lo que el gobierno morenista llama la 4T, bien podría llamarse la T4, o sea la transformación de cuarta, que nos lleva como los cangrejos hacia atrás.
Escrito por Ricardo Saldaña
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