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La política debiera ser la profesión parcial de todo ciudadano.
Dwight D. Eisenhower (1890-1969) Presidente de Estados Unidos
Siempre será importante que los gobernantes dialoguen, conversen continuamente sobre escenarios, proyectos y problemas comunes, más cuando dirigen administraciones estatales o de ciudades importantes. Este miércoles, luego de varios meses de desencuentros y hasta de marcadas diferencias evidenciadas en medios de comunicación y en redes sociales, el gobernador Ramírez Bedolla y el alcalde Alfonso Martínez sostuvieron un encuentro privado, en el que el tema central fueron los ciento diez millones de pesos contemplados en el Faeispum.
Ese fondo ha sido la manzana de la discordia entre ambos gobernantes: Bedolla insiste en que Martínez no ha cubierto bien la tramitología para acceder a dicho programa, y el edil acusa al estado de regatearle el recurso, porque ante la cercanía de las elecciones, no quiere que se “luzca” con obras ejecutadas con el dinero del fondo, que a fin de cuentas es de origen estatal. Es probable que en los dos haya alguna dosis de razón.
El destino del dinero también ha sido motivo de discordia: el alcalde pretende que con él se rehabilite el Mercado Independencia, seriamente dañado por el incendio de hace algunas semanas. El gobernador nunca ha estado de acuerdo en ese fin. Igual, en los dos habría una dosis de argumentación.
Por eso, cuando el miércoles se sentaron a departir un café (supongo que fue solo eso), se alentó la expectativa de que los desencuentros quedaran zanjados, pero más allá de la cordialidad que campeó en el encuentro, sus resultados quedaron en el limbo. Tanto, que Bedolla y Martínez dieron versiones no solo distintas, sino hasta opuestas. El gobernador dijo a primera hora del jueves, que Martínez había decidido no emplear el dinero del Faeispum en el mercado Independencia, pero minutos después, por separado el alcalde afirmaba a los reporteros que el tema seguía abierto, que la reunión había sido provechosa a más no poder y que le había entregado al Ejecutivo la documentación comprobatoria de que los trámites para acceder a esos 110 millones, están cubiertos. Nunca dijo que ya no quisiera emplear el dinero en el mercado.
Es obvio que los dos no pueden tener razón simultáneamente. Alguien tergiversa o acomoda lo tratado en la reunión. De ahí que sería fundamental que ese tipo de encuentros fueran abiertos a la prensa o, por lo menos, que al finalizar emitieran conjuntamente una declaración sobre los acuerdos alcanzados. Solo así habría uniformidad y se evitarían las suspicacias. Y es que mientras no haya esa transparencia, los teléfonos descompuestos seguirán a la orden del día.
Y a la pesadilla ya solo le quedan 440 días.
twitter@jaimelopezmtz
Escrito por Jaime López Martínez
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