DE INTERÉS PÚBLICO: TELEFÉRICO, EL PRETEXTO

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Winston Churchill (1874-1965) Primer Ministro británico

Por más que se le busque, no se encuentran razones medianamente sólidas que expliquen la insistencia de los transportistas organizados para boicotear y tratar de impedir a toda costa la instalación de un teleférico en Uruapan.

Es evidente que ha faltado transparencia gubernamental en el proceso de designación de la empresa que construirá esa infraestructura en la llamada Perla del Cupatitzio, pero eso no justifica la violenta reacción de las huestes lideradas por José Trinidad Martínez Pasalagua. De hecho, ese ni de lejos es uno de los motivos esgrimidos por los transportistas para movilizarse y de manera violenta manifestar su inconformidad por el referido Teleférico uruapense.

La posible operación de un sistema de cable bus en Morelia, por ejemplo, también es rechazada por Pasalagua, pero aunque tampoco hay razones para oponerse, al menos indirectamente cabría el análisis de una posible afectación para su gremio, por tratarse de una competencia para él. Pero en el caso del Teleférico de Uruapan, no hay nada que le conecte a una posible afectación para los transportistas.

Luego entonces, más parece un pretexto de Pasalagua y sus agremiados para mantener abierto el frente de ataque que tiene con el gobierno del estado, con visos más políticos que reales.

¿En qué afecta a taxistas y concesionarios y conductores de combis y camiones de Uruapan, la operación de un Teleférico? Nadie con mediana sensatez encuentra alguna respuesta que no sea “en nada”.

Bajo esa lógica, mal haría el gobierno bedollista en dejarse intimidar por la presión infundada de los transportistas. Con más transparencia, eso sí, pero la obra tiene que seguir adelante. Claramente puede ser un detonante del turismo y de reactivación económica en Uruapan.

El desarrollo y bienestar no pueden estar sujetos a caprichos personales o gremiales.

Y a la pesadilla ya solo le quedan 365 días.

X @jaimelopezmtz