DE INTERÉS PÚBLICO: NUEVO MAZAZO DE LA CORTE

El poder es de dos tipos: uno se obtiene por miedo al castigo, el otro por actos de amor. El primero es mil veces más efectivo y permanente

Mahatma Gandhi (1869-1948) Político y líder social hindú

Pues el “mundo ideal” al que se refería el entonces secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández, sin la incómoda presencia del INAI y el fastidio para el gobierno de la 4T de tener que ser transparente y rendir cuentas, llegó a su fin: este miércoles, la Suprema Corte de Justicia de la Nación determinó que el instituto puede sesionar con solo cuatro consejeros, y obviamente que las resoluciones que tome serán válidas.

No hay que olvidar que si el INAI se encuentra operando con solo cuatro consejeros, en lugar de siete como marca la Constitución, es porque el presidente López Obrador vetó un par de nombramientos hechos por el Senado hace cinco meses, bajo el pretexto de que no cumplían con el perfil requerido. Empero, López Hernández se encargó de echar abajo la mascarada: en reunión con senadores morenistas, les advirtió que volver a formular tales nombramientos no era ninguna prioridad para el gobierno, y que no pasaba nada si alargaban indefinidamente las designaciones. De plano les conminó a congelar el tema para seguir en el “mundo ideal”, el mundo sin INAI.

El dolo con el que actuó en ese momento López Obrador, solo evidenció su repulsión a rendir cuentas a nadie y menos a transparentar las acciones del gobierno. Y en los hechos ha quedado demostrado: nunca ningún gobierno, y vaya que ya eso es mucho decir en México, había sido tan reacio a transparentarse, porque ninguno había recurrido por sistema a contratar y comprar sin licitar, escenario que ha permitido una corrupción sin precedentes en la obra pública y en la contratación de servicios e insumos diversos. Por supuesto, en ese esquema dolosamente corrompedor que aplica la 4T, el INAI sí resulta un estorbo.

Por eso, que la Corte haya autorizado a los cuatro consejeros del instituto a poder sesionar, es un golpe demoledor en la línea de flotación al presidente, porque le da donde más le duele: en la transparencia. Pero al mismo tiempo le dará material y justificación para arreciar su embestida contra el Poder Judicial, así como su exigencia de que sus integrantes, jueces y ministros, sean electos por el pueblo, confiado en que éste, el pueblo, vote por los que el gobierno quiera, los afines, los manejables, los dóciles.

Por lo demás, con la determinación de este miércoles, la Corte envía una nueva y fuerte señal de autonomía y de apego a la legalidad, de ser garante de la vigencia constitucional, a pesar de las presiones y amenazas de Palacio Nacional. Tranquilizador ratificar el talante de la Corte.

Y a la pesadilla ya solo le quedan 404 días.

X@jaimelopezmtz