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El rey debe tener presente tres cosas: que gobierna para seres humanos, que debe gobernarlos según la ley, y que no gobernará siempre:
Eurípides (484- 406 a. C.) Poeta griego
Este domingo se desarrollaron elecciones extraordinarias en Irimbo, pequeño y paupérrimo municipio del oriente michoacano. Según reportes periodísticos, partidistas y de los organismos electorales, tuvieron lugar sin mayores incidentes, al menos no de gravedad. Siempre será una buena noticia que en esos términos se verifiquen procesos comiciales.
Pero en realidad lo menos importante es qué candidato y partido se alza con el triunfo. A la luz de la terrible realidad que vive la mayor parte de los municipios el el país, con Michoacán como dramática evidencia, lo verdaderamente grave es entender que en las elecciones locales gana el que el jefe de plaza “autoriza”.
Y si alguien tiene la osadía de irse “por la libre”, registrarse y competir sin ese visto bueno, desde el primer día su vida estará en permanente peligro. Ejemplos hay de sobra.
Y particularmente el oriente del estado enfrenta un sometimiento brutal de la criminalidad. Desde el corredor Charo-Queréndaro hasta Zitácuaro, pasando por Hidalgo, Tuxpan, Senguio, Áporo, Irimbo, Benito Juárez, Susupuato y Tuzantla, no hay ayuntamiento ajeno al empoderamiento delincuencial, en algunos casos incluso bajo la presión de dos cárteles.
Seamos honestos: quien haya ganado la elección en Irimbo será porque previamente fue “autorizado” por el jefe de plaza. Asi de fácil. De ahí que echar loas al candidato y partido ganadores, es solo tratar de cubrir la realidad con una cortina de humo.
Es el Michoacán de hoy, el México de hoy. X @jaimelopezmtz
Escrito por Jaime López Martínez
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