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El gran castigo para quienes no se interesan por la política, es que serán gobernados por quienes sí se interesan
Arnold J. Toynbee (1889-1975) Historiador británico
00¿Es la Fiscalía de Justicia de Jalisco un modelo de eficacia y profesionalismo, o una fabricante de culpables, es decir, de chivos expiatorios?
Apenas veinticuatro horas después de la aparición con vida de la alcaldesa de Cotija, Yolanda Sánchez Figueroa, la Fiscalía del vecino estado anunciaba con bombo y platillo la detención de tres hombres, originarios de Apatzingán, pero avecindados en Jalisco, como los probables secuestradores.
Una de dos: o esa Fiscalía es la eficiencia andando, tanto que en tiempo récord dio con los autores del delito en contra de la alcaldesa, o bien estamos de nuevo ante la fabricación de delincuentes, sobre todo por efectos propagandísticos. La duda es válida y para nada ociosa: la historia de las procuradurías, ahora fiscalías, en México, está llena de casos prefabricados y de detenciones de inocentes solo para reducir presiones mediáticas, políticas o ahora de redes sociales.
Baste un botón de muestra, uno pero ominoso: a los pocos días del atentado con granadas la noche del 15 de septiembre de 2008 en las fiestas patrias en Morelia, la entonces Policía Federal dijo haber recibido una llamada anónima, en la que le informaban que tres responsables de los ataque se encontraban esposados y encerrados en una finca rural en medio de la nada en la tierra caliente. En efecto, al llegar a lugar tres hombres estaban amarrados y fueron detenidos, con profusión se difundió su captura y por ende el éxito de las investigaciones tras la tragedia.
No valieron decenas de declaraciones, pruebas y testimonios de que los inculpados eran inocentes porque a la hora de los granadazos se encontraban a cientos de kilómetros de Morelia. Fueron dejados en la cárcel por más de dos años, al cabo de los cuales recibieron la exoneración completa del juez. Luego se supo que el cártel criminal que dominaba en ese tiempo Michoacán, secuestró a esos hombres para hacerlos pasar como los autores del ataque, a efecto de cancelar las acusaciones de que ese grupo delincuencial era el verdadero responsable.
Y como ese, casos similares hay a raudales en México. Por tanto, es válido el recelo. ¿Quién puede aseverar que no estamos ante la misma fabricación de culpables, dado en alto nivel de atención mediática que acaparó el secuestro de la alcaldesa de Cotija? Por supuesto, es deseable que la detención de los tres hombres por la Fiscalía jalisciense, sea genuina y fruto de su eficacia en la investigación policiaca. Abominable sería enterarnos después de lo contrario. Veremos.
Y a la pesadilla ya solo le quedan 369 días.
X@jaimelopezmtz
Escrito por Jaime López Martínez
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