DE INTERÉS PÚBLICO: AITANA NO DEBIÓ MORIR

Si no logras desarrollar toda tu inteligencia, siempre te quedará la opción de hacerte político

Gilbert Keith Chestarton (1874-1936) Escritor británico

La muerte de una menor en un hospital del IMSS es, sin duda, una tragedia que puede ser vista a la luz de dos enfoques: un accidente como al que todos estamos expuestos, o un accidente que pudo ser evitable.

Me parece que la tragedia ocurrida en Playa del Carmen dibuja por completo lo que es el gobierno de la 4T: corrupción y negligencia que, combinadas, solo pueden producir muerte.

Corrupción, porque está demostrado que la empresa que supuestamente da mantenimiento a una buena parte de los elevadores del IMSS, pero también de otras instalaciones gubernamentales, como el Metro capitalino por ejemplo, se creó apenas en 2018, justo al inicio de la administración López obradorista, no tiene mayor ni experiencia en el ramo ni domicilio fiscal. Es decir, todo apunta a una empresa creada para hacer un pingüe negocio irregular, que obviamente ha cumplido ese objetivo.

Y negligente, porque también ha quedado demostrado que en ese, como en cualquier cantidad de rubros, este gobierno ha desmantelado los programas y presupuestos de “mantenimiento”, para poder canalizar la mayor cantidad de recursos a las obras faraónicas con solo operan en la mente ya desquiciada del presidente López Obrador. Y si en cualquier otro apartado de gobierno no dar mantenimiento a la infraestructura suele resultar contraproducente y a la larga más caro, en algunos aspectos concretos puede cobrar vidas. Dejar sin mantenimiento un elevador, por ejemplo.

Por eso en muchos renglones, la inmensa mayoría, todos los indicadores van en retroceso de 2018 a la fecha. Y por eso, como en el sector Salud, mueren hoy más mexicanos de los que debieran en condiciones de normalidad gubernamental. Es el signo de la 4T: el deterioro y, con alarmante frecuencia, la misma muerte.

Con un gobierno responsable, la pequeña Aitana es altamente probable que estuviera viva. Quizá.

Y a la pesadilla ya solo le quedan 444 días. Twitter @jaimelopezmtz