Todos estamos llamados a la santidad, en medio de este valle de lágrimas

Presbítero conmina a fieles en Misa Solemne a encomendar almas de sus difuntos a Dios

La Iglesia Católica celebra este 1 de Noviembre a todos los Santos, es decir, a los reconocidos y no reconocidos por la Iglesia pero que han tenido una vida de silencio y de respeto para hacer viva la palabra del Evangelio con su ejemplo de vida, y bendecir y orar por los bebés que han muerto antes de ser bautizados.

Santo es el que se ha esforzado por vivir su fe y dar testimonio con su vida de la palabra de Dios, aunque sean totalmente desconocidos para nosotros y para el mundo pero no así para Dios, así como también los que son conocidos y a quienes se guarda devoción, dijo el Presbítero Carlos, quien encabezó la Misa Solemne de Todos los Santos que reunió a los fieles que acudieron a Catedral este Viernes, donde el ministro señaló y recordó que estamos llamados a vivir en santidad, “y la santidad a la que estamos llamados no es la ausencia absoluta de pecado en nosotros”, definió, sino el esfuerzo por ir venciendo toda debilidad y obstáculo hasta alcanzar con nuestro esfuerzo la gracia de Dios, esa amistad, esa cercanía y ese amor que debe acercarnos a Dios.

“Es cierto que caminamos por un valle de lágrimas, como dice la oración”, afirmó, pero en medio de los esfuerzos, los sacrificios “y las penas que pueda presentarnos la vida, el cristiano cuenta con la misericordia de Dios, con esa mano amorosa que nos sostiene en cada momento de nuestra vida, Él ha de ser en todo tiempo nuestra fortaleza, nuestro apoyo y nuestra esperanza”, pronunció.

El Evangelio de hoy dice que debemos de buscar la dicha y el gozo aquí en la vida presente, sostuvo el presbítero, para alcanzar esa dicha y gozo en el cielo.

Desde la tribuna eclesial hizo un llamado a los fieles a encomendar las almas de sus difuntos en estos días especiales y rogar a Dios por ellas, pidiéndole que les conceda el descanso y la paz eterna. “Ha de ser labor nuestra de los que estamos aquí aún con la posibilidad de pedir y de suplicar, rogar a Dios teniendo esperanza en Él”.

Mañana la Iglesia Católica conmemora a los fieles difuntos en el 2 de Noviembre.