Perfectible todo sistema público, pero reforma judicial debe basarse en resultados, no en caprichos: expertos

Coinciden que esta reforma pretende embestir a la SCJN y sustituir al Consejo Federal de la Judicatura

Expertos en Derecho e impartición de Justicia opinan que ninguna instancia o sistema público puede permanecer sin transformarse, pero debe de ser esta transformación de acuerdo a los resultados que tenga ese sistema tras una evaluación de éstos y también con un respaldo histórico. Ello referente a la reforma judicial que impulsa el Presidente Andrés Manuel López Obrador.

Habiendo coincidido en un panel para el cual fueron convocados referente a sus opiniones acerca de esta reforma al Poder Judicial, fue primero Pedro Ramírez Martínez, magistrado jubilado de la tercera sala penal y con 26 años de trayectoria, quien dijo que todo sistema es perfectible y si bien no es necesaria, todos los sistemas deben estar sujetos a una revisión constante pero a través de sus resultados “pues cuando no evaluamos los resultados del sistema que se pretende modificar cometemos los mismos errores”, sustentó.

Dijo conocer los 18 puntos de esta reforma lopezobradorista donde lo preocupante y el problema grave de los sistemas estatales de Justicia, expuso, es el presupuesto el cual se destina en un 90 por ciento al pago de la nómina, de modo que con el 10 por ciento restante no se pueden hacer las adecuaciones y no permite que se administre lo que requiere el Poder Judicial.

Por su parte, Jesús Sierra Arias, quien recién terminó periodo al frente del Tribunal de Justicia Administrativa de la entidad, señaló que ninguna instancia pública puede permanecer sin transformarse pero toda transformación como la que plantea AMLO en este caso debe de llevar la intención de ser positiva y no negativa.

Lo importante, dijo, es revisar si esta reforma que está planteando el Presidente de la República es la que requiere el Poder Judicial o se requiere de otros puntos, y atribuyó que tal vez López Obrador está viendo desde su condición de Presidente de la República que en general en conjunto el Poder Judicial llámese federal o estatal en su conjunto requiere de ser reformado, y la de ahora debe ser una reforma que dé paso a una nueva dinámica, y que responda a los requerimientos que van surgiendo en la sociedad.

Otro de los panelistas, Salvador Molina Navarro, jóven experto en Derecho, primero sentenció que no se puede gobernar a base de caprichos, para luego denostar que esta reforma judicial “no va a venir a solventar las pretensiones que se proponen”, ya que advirtió que se resume en cuatro puntos siendo, al parecer, el central que se lleve a elección popular la designación de ministros, jueces y magistrados al cargo tanto federales y estatales. Así como reducirles el sueldo sobre todo a los federales, desaparecer las salas de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, y desaparecer el Consejo Federal de la Judicatura para poner en su lugar un órgano administrativo y uno sancionador.

Expuso Molina Navarro que toda idea debe tener un acompañamiento histórico, y comparó que en Estados Unidos donde los jueces estatales son electos por voto popular la calidad de la impartición de justicia ha disminuido. Lo mismo ocurre en Bolivia donde la gente los elige por plebiscito.