Exige SUEUM a rectora presentar solicitudes de jubilación de empleados ante Consejo Universitario para su aprobación

Cientos de empleados nicolaitas han hecho el trámite y están «atorados en las trampas de Rectoría», sin poder cobrar su liquidación

El argumento de que el déficit y la serie de adeudos que enfrenta la Universidad Michoacana son de rectorados anteriores «es una falacia del actual rectorado (de Yarabí Ávila González) que busca encubrirse en el pasado para incumplir sus compromisos como autoridad patronal». El líder del Sindicato Único de Empleados de la Casa de Hidalgo, Eduardo Tena Flores, así lo acusó, tras denunciar que a un año de haber asumido posesión esta actual administración universitaria desde su arribo no ha presentado una sola jubilación ante el pleno del Consejo Universitario para su autorización, cuando son cientos de empleados nicolaitas los que han hecho el trámite y están en etapa pre jubilatoria «pero atorados en las trampas de Rectoría». Y sin poder cobrar lo que les corresponde por concepto de liquidación por jubilación, cuestionó el dirigente, además están impedidos de tramitar su pensión ante el Seguro Social.

«Este tipo de estulticias es lo que nos quieren imponer con el sello de humanistas por siempre como estandarte de la mujer que manda en Rectoría», pero la condición de género «no es impedimento para que los caballerosos sindicalistas externen su opinión de aquello que está lesionando nuestros más elementales derechos laborales», espetó.

Todo ello en un manifiesto emitido en las últimas horas en donde Tena Flores pone en tela de juicio el presunto humanismo que tanto pregona Ávila González pero solo como frase publicitaria. Hizo la observación de que actualmente cualquier comentario que se hace sobre alguna mujer es considerado violencia de género, «pero en la UMSNH no puede haber lugar para el silencio y estamos obligados a denunciar y reconocer los errores y los aciertos que suceden al interior de nuestra casa», expone.

Una mujer preside la Rectoría universitaria «y la respetamos, pero no podemos omitir la visión crítica respecto a los atropellos sistemáticos articulados en contra de los trabajadores», y Ávila González «debe entender con madurez nuestra postura y dedicarse a gestionar los recursos extraordinarios requeridos para solventar los múltiples acuerdos con los sindicatos en lugar de incurrir en hostigamientos laborales y salariales que sí constituyen violencia contra el trabajador y la trabajadora».