A entender y vivir la Semana Santa en meditación y con esperanza llama arzobispo primado a fieles

El tiempo de Pascua está a punto de llegar, y es momento de reflexionar sobre los pilares fundamentales de nuestra fe: Cardenal Carlos Aguiar

El tiempo de Pascua está a punto de llegar, y es momento de reflexionar sobre los pilares fundamentales de nuestra fe, ha llamado este fin de semana a los fieles el Cardenal Carlos Aguiar Retes, Arzobispo Primado de México: «recordemos que estos días nos ofrecen la oportunidad de adentrarnos en nuestra relación con Dios con mayor profundidad, recordando el mensaje de amor y sacrificio de Jesús por nosotros».

«Que el Señor nos dé esa alegría plena y la capacidad para vivir con intensidad y devoción estos días en los que recordamos la Pasión, Muerte y Resurrección de Nuestro Señor», dijo en un mensaje público desde el sitio oficial del Arzobispado Primado, donde exhorta a preparar el corazón para recibir la Semana Santa, ya que mañana que es Domingo de Ramos inicia, una vez que termina el periodo de Cuaresma.

La Semana Santa culmina con la Pascua de Resurrección, el centro de nuestra fe, dice el jefe pastoral de México.

El Domingo de Ramos es un episodio de la vida de Jesús que profetiza su triunfo pascual y anuncia su Pasión. En esta fecha honramos la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén, que fue recibido por una multitud que lanzaba vítores y agitaba ramas de palma. En el Evangelio de San Mateo se narra que la gente alfombraba el camino por el que pasó Cristo.

Jesús entra en Jerusalén montando un burro para cumplir una antigua profecía. El Papa Benedicto XVI explicó que Cristo reclamó el derecho real de los reyes al usar en su entrada a Jerusalén un animal en el que nadie se había sentado (el burro), pues quería que la multitud entienda que las promesas del Antiguo Testamento estaban cumplidas en Él.

Al Domingo de Ramos también se le llama Domingo de Pasión, porque en la Misa se lee todo el relato de la Pasión de Cristo, que goza de una especial solemnidad en la liturgia, y es el Evangelio más largo del año litúrgico,  repasó el Cardenal Aguiar Retes.

Jesús llevó todo con paciencia y gran confianza en su Padre, observó el Cardenal, su muerte y crucifixión son una jornada de silencio y de contemplación «de mirarlo en la Cruz para descubrir el amor y para alegrarnos de alguien que nos ha amado al punto de entregar totalmente su vida». Es una celebración meditativa y profunda que da paso a la esperanza en su Resurrección en que el bien ha vencido. Llama el jefe pastoral a entender y vivir la Semana Santa y que se fortalezca la alegría en la plena confianza en Jesús, para tener esa paz interior y mantener esa fe ante cualquier circunstancia.