Llaman obispos del país a tener prudencia; asunto de libros de SEP en manos del poder judicial

No caben ya la polarización, la división y la improvisación, enfatizan, y es tiempo de entender “que en el corazón de cada persona es donde se va cultivando la Nación”

Los obispos de México consideran necesario revisar el sistema educativo nacional en su conjunto frente a los desafíos, principalmente, y también afirman que la gestión educativa exige respetar la legalidad e involucrar fuertemente a la sociedad, académicos, sindicatos y padres de familia organizados. Además de que señalan que las decisiones educativas por lo general conllevan múltiples implicaciones tanto humanas como culturales, sociales, políticas, históricas, científicas y cívicas.

En un mensaje previo al inicio del próximo ciclo escolar, en una carta la Conferencia del Episcopado Mexicano reconoce el esfuerzo actual de la sociedad civil y de académicos en su preocupación por la expedición de los nuevos libros de texto gratuitos, sobre lo cual afirman es una situación que tendrá que resolver el poder judicial.

Cabe señalar, dicen, que los libros de texto no son más que auxiliares de la educación pues los materiales nunca determinan ni sustituyen lo que se construye en el acontecimiento educativo que es de persona a persona, la enseñanza es un encuentro entre personas.

Así, frente a la confusión y el desconcierto actual es necesaria la prudencia, la corresponsabilidad y el diálogo constructivo, han hecho el llamado. Concentrarse en el bien posible que se puede hacer con los recursos de que se disponen, tiene que ser ya una constante.

Los jefes pastorales de la CEM afirman que México necesita esperanza, serenidad, apertura y construcción de acuerdos entre los actores reales de la educación “y mucho podemos hacer todos en corresponsabilidad”.

No caben ya la polarización, la división y la improvisación, enfatizan, y es tiempo de entender “que en el corazón de cada persona es donde se va cultivando la Nación a través de obras de bien, de consensos y de certezas”.

Asumen los obispos de todas las diócesis del país su compromiso “en la acción prudente y solidaria”, en esa misiva que firman Monseñor Rogelio Cabrera López, Arzobispo de Monterrey y presidente de la CEM, así como Monseñor Ramón Castro Castro, obispo de Cuernavaca y secretario de esta Conferencia obispal, y Monseñor Alfonso Cortés, Arzobispo de León y responsable de la Dimensión de Educación y cultura de la Conferencia del Episcopado Mexicano.