Crimen de Hipólito Mora, pérdida que duele, condena párroco de Aguililla

“Estamos viviendo tiempos difíciles, tiempos de cambio, de avance de los grupos del crimen organizado, reposicionándose, cobrando fuerza, actuando de una manera cada vez más impune”

Gilberto Vergara García, párroco de la Iglesia de Nuestra Señora de Guadalupe, de Aguililla, acusó que la situación de violencia en la región de Tierra Caliente cada vez se agrava más y no se ven resultados de las estrategias gubernamentales.

Mediante una declaración a reporteros este viernes, el sacerdote condenó y lamentó el crimen artero de Hipólito Mora y sus tres escoltas ocurrido ayer en un atentado en La Ruana: “la muerte de Hipólito es una más de todas las que nos han dolido, y es una muestra más de la ineptitud” y de que los supuestos planes de pacificación del gobierno se han quedado a medias.

“Tenemos qué hablar, no podemos quedarnos en silencio”, repuso ante lo que, precisó, es el evidente avance de una situación de violencia que tiene copada a toda una región y tiene ya a sus pobladores en la total desesperación.

“Esto es el síntoma más evidente de la situación que vivimos en esta región”, y el crimen de Hipólito Mora “es parte del mismo mal, es una situación que poco a poco ha ido permeando nuestra realidad”, denostó el párroco Vergara García.

Lamentó que en la zona continúa la violencia a causa de la delincuencia organizada y no ha mejorado la situación en años, pese a anuncios y compromiso del Gobierno Federal, y “lejos de tener una paz como la que se aseguró, nos delata que estamos viviendo tiempos difíciles, tiempos de cambio, de avance de los grupos del crimen organizado, reposicionándose, cobrando fuerza, actuando de una manera cada vez más impune”.

Criticó que las autoridades no actúen preventivamente y solo reaccionan cuando los hechos violentos ocurren, cuando lo que urge es actuar para evitar que esto se extienda a más regiones: “no soy partidario de hacer afirmaciones temerarias, culpando o responsabilizando directamente a las personas o grupos, solamente evidencio lo obvio, que es que no vivimos en paz, no estamos en paz”, denunció el párroco de Aguililla, demarcación perteneciente a la Diócesis de Apatzingán.