DE INTERÉS PÚBLICO: ADIÓS AL SEA

Un partido nunca tendrá razón absoluta, precisamente por ser un partido:

Johann Wolfgang von Goette (1749-1832) Poeta y científico alemán

Más allá de sus evidentes debilidades, es claro que será un error el aniquilamiento del Sistema Estatal Anticorrupción, anunciado este lunes por el gobernador Ramírez Bedolla.

Puede entenderse la desaparición del Instituto Michoacano de Acceso a la Información Pública, porque la reforma constitucional que derivó en la desaparición del órgano federal, el INAI, contempla que los estados ajusten a su vez su propia ley y procedan a la extinción de sus versiones locales.

Empero, la embestida de la 4T contra los organismos autónomos no contempla al Sistema Nacional Anticorrupción; por ende, en las entidades no hay la obligación de desaparecer a las contrapartes estatales.

Aun así, aquí se ha decidido impulsar la extinción del Sistema Estatal Anticorrupción. Me consta que su creación estuvo imbuida de un espíritu genuino de contribuir desde la sociedad civil en la definición de políticas públicas tendientes a contener la galopante corrupción del poder público.

Fue claro que los gobiernos siempre pusieron cuanto obstáculo encontraron a la mano, legal, financiero y político, para impedir su consolidación, aunque también es un hecho que la segunda generación de ciudadanos integrantes del organismo prostituyeron la idea original y para nada contribuyeron en su fortalecimiento. Todo lo contrario.

Sin embargo, esas debilidades eran perfectamente corregibles. Con un mínimo de disposición, desde el poder público debieron impulsarse medidas para su relanzamiento, no para su extinción, aprovechando la embestida cuatroteísta contra todo lo que huela a autonomía. No había ninguna necesidad de sumarse a esa ruta, pero el gobierno decidió lo contrario. Creo que se trata de un error político.

Como sea, el Sistema Estatal Anticorrupción pasará a mejor vida. Un esfuerzo efímero por ciudadanizar la lucha por la transparencia y la rendición de cuentas en Michoacán. Ahora, el gobierno retoma la lucha contra su propia corrupción. En lo dicho: vamos en peligroso retroceso histórico.

X@jaimelopezmtz