Crecimiento urbano y desarrollo agroindustrial afecta zonas arqueológicas de Michoacán

Zacapu, Tzintzuntzan y Tingambato, entre los municipios más afectados por cambio de uso de suelo para huertas, fraccionamientos y zonas comerciales

El crecimiento urbano y el desarrollo agroindustrial está ocasionando graves daños dentro de distintas zonas arqueológicas de Michoacán, así lo dio a conocer Marco Antonio Rodríguez Espinosa, Director del Instituto Nacional de Antropología e Historia del Estado (INAH), en entrevista precisó acciones como; la destrucción de que casi cuatro hectáreas del palacio de Zacapu, los fraccionamientos que se han instalado en la antigua ciudad de Tzintzuntzan y el asentamiento humano muy cerca de las Yácatas de esta localidad, como algunos de los ejemplos de dicha problemática.

Por ese lado, reconoció que desde hace varios años, se ha identificado el cambio en el uso de suelo para el desarrollo agroindustrial, particularmente lo que tiene que ver con la instalación de huertas de aguacate y plantaciones con invernaderos para berries. Ejemplo de esto; es la pirámide más grande de la zona arqueológica de Tingambato, la cual está ubicada justamente en una huerta de aguacate.

Cobijados bajo argumentos de propiedad privada, es como comentó Rodríguez Espinoza, que se cubren los responsables de dichos actos, siendo así muy complicado para el instituto poner un freno contra estas acciones de destrucción.

Con respecto a la situación, añadió que hay un uso muy importante de infraestructura arqueológica con relación la construcción de ollas de agua en beneficio para el desarrollo de las actividades agroindustriales, mencionando que más del 90% de bancos de material no tienen permiso y una gran parte de ellos están sentados en lugares de vestigios arqueológicos.

Comentó que la institución ha estado realizando trabajos de investigación para conocer más de cerca el impacto en el cambio del uso de suelo como un elemento importante para el desarrollo inmobiliario. Recalcó que las zonas metropolitanas del estado han jugado un papel importante para las afectaciones del patrimonio biocultural.