TRABALENGUAS: SILVANO

Pese al cúmulo de denuncias presentadas en su contra, principalmente por irregularidades por presuntos daños al erario público y en la comprobación de gastos en Participaciones Federales de la Cuenta Pública 2020, el exgobernador michoacano Silvano Aureoles sigue sin enfrentar proceso alguno y libre de preocupaciones.

Para ponerlo en contexto, le cuento que la Auditoría Superior de la Federación presentó dos denuncias contra el Gobierno de Michoacán por irregularidades durante la gestión de Silvano Aureoles, cuando fue mandatario del 2015 al 2021.

Las denuncias interpuestas en junio pasado ante la Fiscalía General de la República por daños al erario público, ascienden a 2 mil 23 millones de pesos en el ejercicio de fondos federales, y fueron presentadas porque el exaspirante presidencial no pude solventar las observaciones de la Auditoria Superior que datan de 2020, es decir, han pasado casi tres años sin que pudiera aclarar las irregularidades.

La Auditoria concluyó que el Gobierno de Michoacán, encabezado por Silvano Aureoles en 2020, incurrió en inobservancias de la normativa, principalmente de las Leyes de Contabilidad Gubernamental, Adquisición, Arrendamiento y Servicios del Sector Público, Obras Públicas y Servicios.

Otros mil 221 millones de pesos fueron observados, debido a la falta de documentación relativa a los entregables de diversos contratos, es decir el Gobierno de Silvano no entregó documentación relativa a adquisición de combustible, pólizas de egresos, comprobantes fiscales y transferencias electrónicas.

Por si fuera poco, la Auditoría Superior señaló otros 13.4 millones de pesos a la Hacienda Pública por irregularidades en varios contratos de los que no se solventó la documentación que comprobara que se ejerció ese gasto.

Ya en 2021, la nueva Administración Estatal denunció otras irregularidades como un gasto oculto de mil 227 millones de pesos, en renta de aeronaves y helicópteros, que fueron usados por el exgobernador y otros altos funcionarios, e inclusive la Contraloría estatal lo inhabilitó para ocupar cualquier cargo público.

Hay que recordar que, en febrero del presente año, el actual Gobierno encabezado por Alfredo Ramírez Bedolla, presentó denuncias penales contra cuatro exfuncionarios de la gestión de Aureoles por presunto desvío de 5 mil millones de pesos.

Pese a todo lo anterior, el exmandatario sigue realizando turismo político a sus anchas, participando en eventos públicos a los que acude el propio gobernador Ramírez Bedolla y buscando abiertamente impunidad para evitar ser presentado ante la justicia y en esa lucha, sin duda, va ganando.

No cabe duda que en tiempos de la 4T, los asuntos de corrupción solo quedan como escándalos mediáticos explotados por las redes sociales pero que, en el fondo, representan una afrenta a la ciudadanía michoacano que se vio engañada una vez más.